viernes, 5 de abril de 2013

ENTRE LA FE Y LA PREGUNTA

Este viernes 5 de abril, Carmen Teresa Garcés Castro presentará la poesía de Dulce María Loynaz.


AMOR ES…
“Amor es amar desde la raíz negra.
Amor es perdonar;
y lo que es más que perdonar,
es comprender...
Amor es apretarse a la cruz,
y clavarse a la cruz,
y morir y resucitar ...
¡Amor es resucitar!”


Carmen Garces....nos dice:
¿Quién Fue Dulce María Loinaz y cuál fue el legado de sus letras? En mi respuesta aun corta de su intimidad y su ser, fue una mujer sumamente interesante, apasionada, espiritual, capaz de embriagarse de belleza, de deslumbrarse. Hablaré de ella  no más allá de lo que me hablan sus versos en su poesía y la llamaré poeta porque nunca quiso ser llamada poetisa, y con ella pienso en esa plenitud de amar a las palabras, clasificarlas y aceptarlas o no. 
De celebración...
 En la poesía de Dulce Maria, encuentro  imágenes  trascendentes a la vida: agua, rio, tiempo, sol, rosa. Conoció el amor,  el amor que se enreda, que no llega, que tarda, ese amor que no es fácil, de una manera humana, pero sobre todo de una manera espiritual,  con una preocupación profunda de como amar, con la superioridad del  ser que reside en la humildad, Una fe, un peregrinaje de su vida con Dios y poesía,  uno de sus poemas que nos llena de intimidad con su mundo, como el viento puro,  preocupada por la naturaleza y sus criaturas:
 
“Dame, Señor, una de tus estrellas de nodriza para estos hijos de menguada madre…
Dame para ellos el vestido de los lirios, ya que no sé tejer…” 

“… los caminos.

Ellos son la lección de humildad útil de mansedumbre cristiana que nos encarecen los libros de piedad.
Los caminos sirven como Marta y están quietos como María: nada tan noble, tan sereno como este tenderse en paz, y largamente…, largamente”
  “  ... Tú me diste esta voz en el desierto; dime cuál es la palabra digna de remontar el gran silencio.

     Soplo de mi barro: Tú me diste estos pies… Dime por qué hiciste tantos caminos si Tú sólo eres el Camino, y la Verdad, y la Vida”
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  “  ... Tú me diste esta voz en el desierto; dime cuál es la palabra digna de remontar el gran silencio.
     Soplo de mi barro: Tú me diste estos pies… Dime por qué hiciste tantos caminos si Tú sólo eres el Camino, y la Verdad, y la Vida”

 Luego Peggy nos leyó su cuento: Ramón Hoyos.
Y el publico estuvo muy atento....

Pepe  se dirige  a  la   cocina  y  mira  detenidamente  el  calendario de Pielroja que  la  su mamá   tiene  colgado  en la  pared de la  cocina,- “mañana…. Mañana  !”- se decía a sí mismo  en voz alta  saliendo  hacia la sala, con actitud nerviosa se sobaba el  pelo,  pronto  comenzaría   la Vuelta  a Colombia  en  Bicicleta. En los años anteriores disque el país  había quedado paralizado.  Grupos  de personas se  sentaron  en las  bancas  del Parque  Bolívar a escuchar   la  radio  a través  de la  cual en forma  fogosa Carlos  Arturo Rueda imprimía emoción comentando los  pormenores de  la competencia e  involucraba  a los oyentes.  Este  año 1953,   la   Tercera Edición en su  quinta etapa  llegaría a   Armenia  y su papá hablaba   de  ir a   ver pasar  los  ciclistas   a  la   carretera   que  conducía  a  esa ciudad.  La  imaginación  de  Pepe   volaba.  En el taller  del padre  había  una  foto  de  Ramón Hoyos  y  otra de  Luz Marina  Zuluaga, y  esa foto de Ramón  Hoyos  era la  única  imagen  que  tenia  de  su ídolo. Pensaba   que tendría  la oportunidad  de  admirar   su   bicicleta   engallada  con antena  y reflectores,  conocer   su  camiseta   sudada, su   cachucha  ladeada  y  el fruncido  del  ceño.  Muchas  veces  ensayaba frente el  espejo  ese  fruncido, lo  hacía  ver  más serio, más  interesante.  


De  regreso  a  casa en compañía de  algunos  amigos  encontraron  un  borracho  tirado en la calle.  Pepe reconoció    su  Pa, pero  igual  que  sus  compinches  hizo  mofa  del  borracho y  siguieron su camino.  Al  llegar  a la   casa se  encerró  en su  cuarto  y  lloro  y lloro  y  reflexiono  sobre  su  vida. Al  otro día   se  levantó  tarde y en la sala se  encontró  con  el papá  -“Acaso  no  vas  a   practicar?,  esta  tarde va la  final   contra  reloj y   eres el  seguro  ganador!”- Pepe miro fijamente  al papá  y con actitud provocadora  contesto – “No  vuelvo  a  competir  en  bicicleta!”  mirándolo a los ojos,  luego  dio  la  vuelta hacia la puerta  de  salida -“ A  dónde  vas?”- Preguntaba  el papá con  voz  autoritaria. Mirándolo en forma  desafiante Pepe contesto  -“A la calle!” -  Abrió la puerta salió  y la  cerro duro. De camino al Parque  Pepe  se  sentía  aliviado, como cuando  se  quita un peso  de  encima. Se  sentía  grande, pleno , caminaba animoso  casi bailando . Estaba  feliz. Nunca más   le  sentiría miedo!.  Nunca más se dejaría golpear!    A partir de este momento la  relación  con él sería diferente, de enfrentamiento, de  tú   a  tú. Desde  ese  día  no  volvió  a  monta en bicicleta ,  deporte   que  cambio  por la  natación. 
      

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