jueves, 11 de agosto de 2011

Carmen Teresa Garcés Castro

CANCIÓN DE LA TRISTEZA
Tomé la tristeza
con ira de vencidos
para hacerle pagar
mis noches en vela:
la golpee con risotadas,
con palos,
a mordiscos de colores,
pero ella inmune seguía moviendo su cabeza mar,
enfurecida entonces,
la bebí hasta las lágrimas
y casi todas las noches
canta entre mis venas.


DESCONOCIDO

Olvidó su voz en la noche escindida.
Parte del ayer no lo recuerda
la otra parte no lo quiere recordar.

Su noche es dolorosa y lenta en la oscuridad del mundo:
se ha vivido tantas veces y aún no se conoce,
va tras la última lagrima y no sabe en qué lugar quedó
tras la última risa pero ya no reconoce sus colores,
vagan sombras en su destierro
y no lo acompañan.

De tanto intentar la risa
duele en otros labios
sigue su camino, el mismo del peregrino
sucio de fango.

Abrazado en su propia carne
se busca todavía;
aun no se conoce.

Carmen Teresa Garcés Castro.

1 comentario:

  1. Carmen, gracias por tu invitación al blog.
    Tus dos poemas están llenos de sentimiento (como los demás que te he leido) y redactados con una calidad literaria ya habitual en ti.
    A pesar de conocer la calidad de tus versos, me sigues sorprendiendo agradablemente.
    Jero

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